VIENDO A MONDRIAN Y AL "ESTILO" ( STIJL)

 VIENDO A MONDRIAN Y AL "ESTILO" ( STIJL)

Esta semana volví al Reina Sofía, un viejo conocido para los alumnos de DAI, pero esta vez no buscando analizar el contenedor, el edificio, sino el contenido, la exposición de los neoplasticistas.

Antes de entrar a la exposición propiamente dicha decidí parar a observar el patio interior del museo con el impresionante jardín del que ya os hablé la vez anterior. Además me fijé el gran móvil de Calder, que no recordaba y que me sorprendió totalmente.

Hablando ya de Mondrian, nada más entrar pensé que me había confundido de sala. La sorpresa fue total. Yo esperaba encontrar los famosos cuadros en azules, amarillos y rojos y sin embargo estaban expuestas obras realistas, retratos y bodegones, que pertenecían a los inicios del autor y que eran totalmente diferentes a los que Mondrian realizó posteriormente.

En esta primera sala puede ver la primera etapa del autor que desconocía por completo y entender lo que le llevó a formar parte de las vanguardias. Ya en la segunda comenzaba Mondrian a cambiar su estilo, encaminándose hacia la abstracción hasta su incorporación al Neoplasticismo.

A partir de este punto la exposición nos muestra la creación del movimiento con el " teórico " del grupo, Van Doesburg. Este que podría quedar oculto tras la figura de Mondrian me resultó una figura muy atractiva tanto por su pensamiento como por su obra. Os dejo aquí uno de sus cuadros que me fascinó.



Pero Van Doesburg no fue el único neoplasticista junto a Mondrian sino que en esta exposición descubrí a muchos otros autores , cuyas obras nada tienen que envidiar a las de Mondrian y que por esas cosas de la historia no fueron tan reconocidos.

Además de cuadros también encontramos muebles como la mítica Silla roja y azul de Rietveld pero también otras obras suyas como una silla en madera para bebés y otra amarilla combinada con acero.

     

Pero sin embargo lo que nunca pensé que vería fue una habitación y varias viviendas en las que las ideas del Neoplasticismo se aplicaban en su totalidad. Estaban también expuestas varias maquetas totalmente cuidadas, lo que las hacía verdaderas obras de arte.




Por último la exposición cerraba con una sala dedicada en exclusiva a Mondrian con sus cuadros finales, ya en Nueva York, en los que podemos intuir el trazado de Manhattan con sus avenidas, destacando los tres colores primarios típicos de Mondrian con el blanco del fondo y el negro de las verticales. 


  



Para concluir no me cabe más que deciros que merece la pena visitar la exposición para comprender que esta vanguardia es una de la más ricas, en la que intervienen diversas disciplinas y creo que merece la pena conocer más de ella. 
 






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